martes, 7 de septiembre de 2010

y en el principio...

Volver a escribir es como regresar al gym; asi de estresante, tedioso, y espero yo menos doloroso. Nunca me ha gustado escribir, creo que es una práctica obligada, prefiero como todo mundo sabe a la oratoria, impartir conferencias, dar clases y sobre todo platicar, pero en vivo, viendo las expresiones de sorpresa, de asombro y de incredulidad de la gente, oir su voz y acariciar su olor. Las palabras con acento y sin tilde.

Leer es mucho mejor que escribir, es mas divertido edificante, se pueden construir mundos y personas, viajar por el tiempo y los placeres, leer es crear, ponerle música a las letras.

No me gusta escribir y sin embargo, lo estoy haciendo de nuevo. A decir verdad tampoco me gusta hacer ejercicio, y tampoco me gusta ir a la escuela y conducir o comer víceras cocidas, nada de eso me gusta y lo he tenido que hacer, porque creo firmemente que hay cosas que debemos hacer no por gusto, sino por el puro placer de doblegar la voluntad. Como esas varas de membrillo, que al ser flexibles no se rompen cuando las hacemos arco, asi hemos caminado por la vida, haciendo y deshaciendo sin más... 

El twitter me gusta, pero su camisa de fuerza me agobia, esta bién para mensajes cortos, ideas procaces y saludos; pero me he quedado con ganas de decir más; de tomar el telefono y comentar a detalle las cosas y las personas, de encontar que hacer con eso y que pensar de ello.

Hacer y pensar, un binomio interesante en donde el orden de los factores sí altera el producto, por eso no corregire mis textos, serán publicados asi, como salgan, con la expontaneidad y la impunidad, que les da el ser hijos de una deidad anónima.

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