martes, 7 de septiembre de 2010

El reino perdido de la tilde

Una de las razones que motivaron el que incursionara en este mundo del blog, fue una amenísima charla twittera entre un admirado ciber amigo y otro connotado comunicador, sobre el uso adecuado de la ortografía castellana en Twitter.

Después de un brevísimo duelo motivado más, hay que decirlo, por la prudencia del comunicador que por el ya tradicional y divertido espíritu contestatario del jurisconsulto jalisciense, que es mi ciber amigo, el asunto sobre el uso de acentos, signos de puntuación y sintaxis adecuada en 140 caracteres, me parece no sólo gracioso sino poco explorado, por quienes somos asiduos practicantes de las redes sociales.

Siempre he creido que la ortografía es signo y distintivo de cultura y corrección, es por decirlo así, como traer boleados los zapatos; brillante y lustrosa carta de presentación alternativa, que sirve para saber si alguien es o no es pulcro y correcto.

En mis años como profesor de gramática, literatura y redacción, la insistencia por una ortografía decorosa, fué siempre motivo de exhorto y exigencia; aún recuerdo como en una época, antes de leer una tarea contaba y señalaba con rojo las faltas ortográficas, que al llegar a 5 eran motivo suficiente para no seguir leyendo y con ello, obtener una mala calificación.

Pero la ortografía como la lengua va mutando, muta ella y mutan los hablantes, se crean palabras nuevas, modismos y formas de comunicación diferente.

¿Quién hubiese pensado en ese tiempo que existiria el twitter? es más, ni las computadoras o telefonos celulares tenian cabida en la imaginación colectiva, y aún asi aparecieron, con sus teclas pequeñitas y la modernidad.

Quizá algunos recuerden como nos horrorizamos con aquel discurso que en 1997, el famoso Gabo diera en Zacatecas a propósito de un Congreso de la Lengua; suprimir la ortografía, y simplificar al máximo la puntuación, decia el Premio Nobel, nada más sacrílego y aberrante; tanto lo fue que poco tiempo después tuvo que corregir su dicho y con el tiempo se diluyo aquel comentario; pero lo dicho, dicho esta, y el fantasma de la anulación ronda, esperando su turno en el ciberespacio.

Confienso que yo no uso ni acentos ni signos de puntuación en Twitter, no es que no me guste, no sepa donde van, o no quiera en rebeldia hacerlo; no, no los uso por que es incomodo, y se supone que la comunicación via Twitter es inmediata, expontanea y movil, sobre todo eso, movil.

Se que para alguien que esta cómodamente sentado frente a su computadora, en una confortable habitación, el leer twits desprovistos de toda tilde, al margen del purismo ortográfico más elementar debe ser chocante; máxime si  lo que se dice esta en contra de lo que firmemente opina. Pero para el usuario que como yo, comparte; critica, comenta, burla, satiriza, observa o retwitea un comentario desde un teléfono celular movil, por muy blackberry que sea, usar los acentos es poco menos que desesperante.

En primera porque no son accesibles, en segunda porque el tamaño de las teclas impide la exactitud del signo en comento y en tercera porque usamos la blackberry haciendo otra cosa al mismo tiempo, y por si todo esto fuera poco, el pensar en un impecable twit escrito invocando a la grandilocuencia de Cervantes; el genio de Quevedo, la inspiración de Neruda y la contundencia de Borges, en medio del supermercado, o esperando a que cambie la luz del semáforo, en 140 caracteres me parece, eso sí un acto de extrema soberbia conductual.

Pero más aún, me llama a considerar, el periodo de vida util de un twit, escrito a la vera del camino, la mayoría de los twit´s pasan como la democracia en México, ignorados y con mas pena que con gloria, por los TL de los atareados usuarios y los fologüers.

Esto nos lleva a considerar las varias opciones; una, que alguién le diga a quien invento el Twitter, que en lengua castellana, muy poco se puede expresar en 140 caracteres y por consiguiente debe aumentar un poco más la extensión del párrafo.

Dos, que todos usemos el twitter en correcto castellano, pasando el número de caracteres a sabiendas que nadie querra gastar mas tiempo en revisar aquello que ha sobrepasado la extensión habitual; y tres que a falta de espacio pero si de corrección, mandemos twit´s encadenados so riesgo, obvio, de parecer spam.

En mi opinión, debemos dejar que las fuerzas libres de la expresión atemperen los ánimos twitteros, es creo, una novel herramienta, que aún esta encontrando su posición en las formas de expresión colectiva.

Los que sepamos escribir lo hagamos, los que no quieran lo digan y los que no sepan, pues se adhieran a las filas de los analfabetas funcionales que en una de esas, para cuando nos pongamos de acuerdo, sobre escribir con o sin reglas ortográficas, ya habrá una nueva red social en donde ese tema no sea ni relevante ni trascendente y al twitter simplemente le demos, un perfectamente bien escrito: unfollow.

2 comentarios:

  1. Wow, como siempre es exquisito oirte hablar o leerte, con denotada pulcritud y el arte dominado del discurso. Yo estoy muy lejano de algo así y más bien procuro lustrar mis zapatos ortográficos cada que tengo una salida formal, en ambiente mas relajados como este, me tomo ciertas libertades sin por ello dejar de lado la importancia de la corrección al momento de escribir.

    Sin embargo en platicas en persona difícilmente utilizo tanta ceremonia, termino con frases mas comunes y mexicanas con el prefijo de siempre "Oye güey... "

    En fin, gusto en saludarte Edgar, tu ex-alumno el cual (afortunadamente) tuvo pocos marcas rojas en las tareas de la Voca 10

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  2. woww¡¡¡ muchas gracias por el comentario, siempre es grato re encontrarnos por doquier jeje, saludos

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